Nueva línea de camiones Scania XT para explotaciones mineras y obras de construcción

A 36 km al este de la ciudad de Estocolmo, en Suecia, se encuentra Sodertalje, una ciudad de 72.000 habitantes conocida por ser la ciudad donde nació y se crió el tenista Bjorn Borg, ganador de 11 Grand Slands en la década de los setenta y ochenta, y por ser la urbe donde se encuentra la central y tres centros productivos de la multinacional fabricante de camiones Scania.
Scania es considerada hoy en día el gran fabricante de camiones tanto para larga distancia como de distribución y construcción. Hace unos meses comenzó la renovación de parte de sus diferentes líneas y este mes de septiembre se ha producido el lanzamiento de la nueva gama XT de construcción. Una gama compuesta por varios chasis, motores y cabinas para dar solución a un segmento en el que quieren incrementar su cuota de mercado en los próximos tres años.
La gama XT es robusta, fiable y cómoda. Hay que tener en cuenta que los camiones de obra trabajan tanto tiempo en carretera como en zonas no pavimentadas, lo que hace necesario ofrecer lo mejor para ambos tipos de conducción. Así, Scania ha realizado un importantísimo lanzamiento de una serie de equipos, la recientemente presentada gama XT de construcción, que ofrece al mercado múltiples combinaciones, todas ellas motorizadas por la propia Scania, (lo cual es una gran diferencia con muchos otros fabricantes), y en la que los camiones montan una cabina muy cómoda con una importante elevación para la correcta visualización de todo el terreno y para salvar las irregularidades del mismo, unos pasos de rueda mucho más grandes; apoyos a lo largo de toda la cabina para la subida del operario y la visualización de la carga de la caja; unos ejes reforzados con diferentes opciones de tracción; un chasis con multitud de adaptaciones para acoplar las cajas de obra, los contenedores, las cubas hormigoneras, etc; cabinas con distintas alturas, anchos y configuraciones; cabezas tractoras o camiones rígidos; etc.
LA NUEVA GAMA XT DE CAMIONES DE OBRA
La presentación de la gama XT por parte de Scania marca el comienzo de una ofensiva dirigida con soluciones a la carta centradas en los clientes exigentes del sector europeo de la construcción. La gama Scania XT es la oferta perfecta para hacer frente a arduos desafíos y clientes que necesitan una solución que sea fiable en todo momento y que cumpla en todas las circunstancias. Por ello, Scania presenta ahora la gama XT, un camión robusto y fiable, compatible con todas las versiones de cabina P, G, R y S, sin importar el modelo de motor. El aspecto más llamativo del Scania XT es un parachoques de alto rendimiento y alta resistencia que sobresale 150 mm de la parte frontal de la cabina. Dota al vehículo de un aspecto reconocible que denota robustez y resistencia. Además, los clientes de Scania XT pueden escoger distintos paquetes locales de equipamiento interior y exterior, que contribuyen a optimizar la productividad y a subrayar la impresión de sólida y férrea fortaleza.
El parachoques aporta un ángulo de ataque de aproximadamente 25 grados, dependiendo de la configuración escogida en cuanto a elección de neumáticos y chasis. Sumada a la placa protectora inferior y la protección de los faros, la versión XT dispone de un frontal especialmente sólido y robusto que se adapta con facilidad a cualquier impacto o colisión graves contra objetos sin que la estructura subyacente sufra desperfectos. La parte central está equipada con un dispositivo de remolque de fácil acceso que está homologado para 40 toneladas, lo cual resulta muy útil si el vehículo precisa ser remolcado cuando está cargado. Los desafíos a los que se enfrentan incluyen desde calzadas en pésimo estado a estrechos corredores, a lo cual hay que añadir que el camión también necesita soportar condiciones adversas y algún que otro golpe y ralladura sin tener que visitar el taller.
Los vehículos destinados a la construcción plantean exigencias particulares no sólo en cuanto a configuración y diversidad de características de conducción, sino también en lo referente a servicios auxiliares: el mantenimiento y las reparaciones deben satisfacer también unas expectativas altas. La gama XT se emplea bajo condiciones adversas, tales como explotaciones de áridos y vaciados de obra, y el equipamiento se somete a un alto grado de desgaste.
Sin embargo, de forma paralela los volquetes estándar suelen cubrir 80.000 km anuales o más en carreteras normales y, por consiguiente, serían los más beneficiadas de un bajo consumo de combustible. A esto se le añade que también existen otros tipos de desafíos, tales como los vaciados de obra a menudo emplazados en entornos urbanos, con todo lo que ello conlleva en forma de requisitos de buena visibilidad, maniobrabilidad y constantes arranques y paradas.
Scania ofrece diversos servicios a los transportistas de la construcción, una clase de servicios que son esenciales para lograr un ahorro de explotación total idóneo con cualquier vehículo destinado a la construcción. Por ejemplo, aquellos transportistas que posean varios vehículos pueden optar por Scania Fleet Care. Se trata de un servicio cuya razón de ser radica en que todos los vehículos de Scania están conectados, garantizando el incremento del tiempo de actividad; mejoras en los niveles de uso; y una revisión apta de costes, ingresos y flujos de toda la flota. Por consiguiente, forjar alianzas con Scania en lo que respecta a servicios es el modo de proceder adecuado para que cualquier empresa transportista logre una rentabilidad sostenible. Las nuevas ofertas de Scania de formación de conductores avanzada y con diseño especial destinada a las actividades de la construcción es otra innovación más en este campo.
HISTORIA DE LOS CAMIONES SCANIA
La capacidad de satisfacer las incomparables necesidades de una gran diversidad de clientes está profundamente arraigada en la cultura de Scania. En la actualidad, cuando los volúmenes de producción son 500 veces superiores a los de la década de 1910, se precisa previsión en las labores de desarrollo junto con un sistema modular de primer orden mundial para gestionar la tarea.
A lo largo de la historia de Scania, el entorno también ha favorecido para su especialización. La mayoría de la red viaria sueca permaneció sin pavimentar hasta mediados de la década de 1950. Por tanto, no sorprende que en los albores de Scania-Vabis toda la producción que se vendía estuviera dotada de equipamiento para lidiar con las difíciles condiciones viales del momento en Suecia, que en ocasiones incluía la conducción fuera de carretera. Con una extensión de 1.600 km de norte a sur y cruzada por una tupida red de carreteras de grava, no es de extrañar que Suecia fuera algo así como un paraíso para los transportistas que participan en el mantenimiento de carreteras. Muchas de las vías públicas de alta capacidad se volvían impracticables cuando llegaba el deshielo en primavera. La lluvia las dejaba fangosas y resbaladizas y, con el buen tiempo, el polvo molestaba a vehículos y pasajeros. Además, los tramos de carretera que en invierno era preciso mantener con las quitanieves eran incontables.
Scania creció y se desarrolló en paralelo a Suecia. Scania ya se había granjeado una reputación impecable como fabricante de vehículos resistentes y duraderos en las décadas de 1920 y 1930, a la vez que había fraguado relaciones duraderas con agencias gubernamentales e instituciones públicas, como la compañía ferroviaria nacional, el servicio de correos, las direcciones regionales de carreteras y la administración nacional de carreteras de Suecia, así como con operadores de transporte público. En coordinación con estas agencias, desarrolló soluciones destinadas a solventar diversos desafíos que acuciaban al transporte por carretera y a los servicios de transporte.
Valgan los ejemplos de la multiplicidad de camiones destinados a tareas de construcción y conservación que fueron equipados con volquetes con tres orientaciones y con esparcidores de arena, que fueron diseñados en colaboración con la administración nacional de carreteras de entonces, Vägstyrelsen. Scania- Vabis acabó por forjar una especie de monopolio de camiones destinados a la conservación de carreteras en Suecia.
Las soluciones con diseño a medida se convirtieron en la seña de identidad de Scania, al igual que la capacidad de combinar componentes existentes de una forma inteligente para solventar diversas necesidades de los clientes. Dicha capacidad fue desarrollándose paulatinamente desde finales de la década de 1930 en adelante hasta llegar al sistema modular contemporáneo de Scania. Los primeros motores modulares fueron presentados en 1939, y la primera serie de camiones ensamblados totalmente por módulos hizo su debut en 1980.
Toda la experiencia que Scania-Vabis extraía de las carreteras y de las obras sirvieron de muchísima ayuda cuando la empresa se adentró en los mercados de exportación a finales de la década de 1940. Los vehículos aventajaban a los competidores de países en que se habían impuesto restricciones de peso y longitud y tuvieron una buena acogida en Sudamérica, donde las ventas de exportación habían comenzado a realizarse cerca del año 1950.
La buena reputación que Scania se había procurado fue un valioso activo; además, la empresa logró un avance comercial gracias a las rigurosísimas normas para realización de pruebas de cabina que las autoridades suecas introdujeron en la década de 1960. A consecuencia de la rigurosidad de las pruebas, los fabricantes suecos produjeron cabinas robustas, construidas enteramente de acero, antes que el resto de fabricantes. No fue hasta la década de 1990 cuando se introdujo en los mercados europeos un marco reglamentario común similar.
Aparte de reconvertir un segmento notable de su producción para provecho de la defensa de Suecia en la segunda guerra mundial, la nueva dirección de Scania propició la revisión de la totalidad de sus actividades y gama de productos. En consecuencia, comenzó el periodo de posguerra disponiendo de una moderna gama de productos y unidades de producción mejoradas. Los aclamados diseños del Drabant y el Regent, los modelos que encabezaban el mercado de camiones en la década de 1950, denotaban fuerza y resistencia.
Le sucedió el icónico modelo L75, que fue presentado en 1958. Poseía unas líneas limpias y onduladas y su llegada al mercado en forma de varios modelos (L/LS/LT75/LT76/110/111) acabó por poner a Scania-Vabis en el terreno de juego mundial de los camiones. Pero no solo el mundo quedó encantado por su aspecto. Los conductores valoraron la suave y precisa dirección, la buena visibilidad y la posición elevada, que permitía ver el capó, de tipo “cocodrilo”.
Ingentes volúmenes fueron exportados también a ubicaciones lejanas como África, Oriente Medio y Sudeste Asiático, lo que puede explicarse tanto por una planta de ensamblaje para autobuses y camiones en Irak y a un conjunto de proyectos de ayuda centrados en China. Además, el modelo L sentó las bases para los primeros vehículos Scania-Vabis acabados en la época de posguerra: el 4x2 DL75 y el DLT75, que se suministraban junto con un volquete fabricado por la empresa Meiller, de la Alemania Occidental. Varias operaciones cerradas con China a finales de la década de 1960 tuvieron como objeto vehículos acabados con volquetes o carrocería de madera suecos. En la actualidad va siendo cada vez más habitual que los clientes pidan soluciones acabadas a Scania, incluidos carrocerías y servicios como mantenimiento y financiación.
A partir de 1968, Scania estuvo en condiciones de ofrecer también una gama de camiones con cabina sin morro, cuya mecánica compartía con los camiones dotados de capó. Se vendían principalmente en mercados cuyos reglamentos sobre longitud requerían esta solución y a clientes que preferían una cabina en la que el conductor se situara encima del motor. A partir de 1980 les sustituyó la gama GPRT (serie 2), totalmente modular: el éxito mundial continuó. El sistema modular, por entonces desarrollado íntegramente, y la presentación de tres clases de chasis garantizaron que era posible especificar el diseño adecuado para más y más aplicaciones. Todo camión podría ahora ser diseñado a medida con arreglo a los desafíos a los que tenía que enfrentarse.
SERVICIOS SCANIA
Como ocurre en el sector de la maquinaria, Scania ofrece varios servicios para hacer más fácil la vida al operador de los camiones de construcción. Uno de ellos es el Scania Fleet Management, que ha sido objeto de una ampliación con una función de seguimiento de remolques, Scania Trailer Control. Esta función permite que las empresas de transporte accedan a datos de importancia tales como la posición y la temperatura de la zona de carga, lo cual es sumamente relevante para muchos tipos de transportes. Otras opciones son, por ejemplo, la información sobre el peso por eje, la presión de aire de los neumáticos y el estado de los frenos. Scania Trailer Control en su versión actual tiene capacidad de gestionar datos provenientes de 35 fabricantes de remolques a través un sistema telemático integrado.
Scania One es un paquete que permite a los clientes acceder a los servicios propios de Scania y a los de otros por medio de tabletas Android. Consigue que la interacción digital con Scania sea una tarea sencilla, lo cual incrementa el valor de las inversiones que los clientes hacen tanto en vehículos como en servicios y genera las condiciones que favorecen la rentabilidad sostenible.
Scania One incorpora el paquete Scania Fleet Management, sistema de supervisión y análisis en tiempo real que asiste a los transportistas con, por ejemplo, la planificación de flotas proporcionando datos de posición y requisitos de mantenimiento. Entre otros ejemplos de aplicaciones figura Guide Me, extraordinaria versión digital del manual de funcionamiento que emplea realidad aumentada para facilitar el acceso rápido del conductor a la información sobre diversas funciones del vehículo, y el Check Before Drive, una lista de comprobación digital previa a la conducción e independiente de las marcas.
Otro servicio basado en el mantenimiento que Scania acaba de presentar y que se está dando a conocer en los mercados europeos es Scania Fleet Care. Este servicio supone la asunción total de responsabilidad por parte de Scania sobre la planificación de todos los requisitos de mantenimiento y todas las reparaciones. El objetivo es aumentar el tiempo de actividad total de la flota del cliente, a la vez que se mejora el control de costes y la predictibilidad.
Al permitir que sea Scania quien programe el mantenimiento y las sustituciones preventivas, los transportistas pueden centrarse en el trabajo mismo, con la seguridad de saber que su herramienta de trabajo está en buenas manos.
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Etiquetas: Maquinaria / Equipos, Rocas y Minerales, Scania