Voladuras con emulsiones Maxam en Cobre Las Cruces

Todas las semanas en la explotación minera de Cobre Las Cruces se realizan voladuras que en la mina tienen lugar para liberar el estéril o la roca madre que contiene los diferentes minerales que van a ser beneficiados.
Hasta el año 2020 se tiene previsto obtener 15 millones de toneladas de sulfuros secundarios de cobre, aunque hay proyectos de futuro para recuperar los recursos minerales adicionales de aproximadamente 30 millones de toneladas de sulfuros primarios polimetálicos, que contienen cobre, cinc, plomo y plata, y que permitiría dar continuidad al proyecto minero, al menos, en 10-12 años, presentando un nuevo horizonte próximo al 2032.
Cobre Las Cruces es una explotación modélica en gestión, contando con proveedores de primer nivel. Es por ello que para la operación minera completa cuenta con la empresa AOMSA, Andaluza de Obras y Minería, S.A., una compañía perteneciente a la mundialmente conocida EPSA, y que cuenta en Cobre Las Cruces con una media entre 100 y 120 trabajadores. Dentro de AOMSA, la empresa GPV, General de Perforación y Voladuras, se dedica a todo lo relacionado con el explosivo, el proyecto de voladuras y el consumo, para lo cual tiene destinados en la explotación minera a 2 técnicos y 8 operadores, responsables de la realización de las 180 voladuras que anualmente tienen lugar en dicha explotación de cobre. GPV utiliza en CLC explosivos y detonadores de la empresa española Maxam, uno de los grandes fabricantes mundiales de explosivos y proveedor de soluciones técnicas asociadas para voladuras de uso civil.
LA OPERACIÓN DE PERFORACIÓN Y VOLADURA EN COBRE LAS CRUCES
Como se ha comentado anteriormente, en Cobre Las Cruces se extrae actualmente cobre a partir de unos procesos de trituración, molienda y mineralurgia de los sulfuros secundarios que se obtienen del suelo. Para ello es necesario, primero, retirar del terreno la capa vegetal, la cual se almacena en una zona específica para su posterior uso en la restauración; segundo, quitar el estéril de encima de la zona mineralizada; y, por último, extraer el sulfuro que contiene el mineral. Tanto para quitar el estéril como para arrancar la roca mineralizada hacen falta labores de perforación y voladura que libere la roca para su posterior carga y transporte a la zona de trituración.
AOMSA consume al año en Cobre Las Cruces 1.100.000 kg de explosivos de Maxam, así como 45.000 detonadores no eléctricos, también de Maxam, repartidos en las 180 voladuras que tienen lugar en los 12 meses del año, que vienen a ser unos 250 detonadores por voladura.
La perforación del estéril y la zona mineralizada se realiza con dos carros perforadores Atlas Copco con martillo en fondo, que son los responsables de los 110.000 metros lineales que se perforan anualmente en CLC. El estéril se perfora con diámetros de 6 pulgadas y alturas de barrenos de 10 metros, mientras que el mineral se reduce hasta las 5,5 pulgadas con alturas de 5 metros. En ambos casos la inclinación de los barrenos es de 90º, y la malla de perforación de 5,5 x 6,5 metros para el estéril y de 4 x 4,5 metros para el mineral.
El explosivo utilizado tanto para el estéril como para la roca mineralizada es una emulsión bombeable activada en origen. Así, el explosivo es cargado en los barrenos por unos camiones de Maxam, responsables del transporte y el bombeo de las emulsiones en los diferentes barrenos.
La emulsión utilizada es del fabricante español Maxam. Se trata de una emulsión conocida con el nombre de Riomex que cuenta con un porcentaje de nitrato amónico y el resto una mezcla emulsiva formulada específicamente para este tipo de trabajos, con un alto poder energético. Su densidad varía entre 1 y 1,27 g/cm3, y una velocidad de detonación de 6.900 m/s. El tiempo de carga de todos los barrenos con Riomex es de 2 horas. La duración de toda la operación, incluyendo el cebado, carga de barrenos y secuenciación, y disparo, supone un total de 4 horas por voladura.
En los barrenos realizados en el estéril el consumo de Riomex es de 160 kg por barreno, mientras que en la roca mineralizada es de 60 kg por barreno. En el estéril, el barreno se rellena con 6,8 metros de explosivo y se retaca con 3,2 metros de detritus, mientras que en la roca mineralizada los barrenos se rellenan con 2,5 metros de explosivo y se retacan con otros 2,5 metros de detritus.
Para evitar el solapamiento de las cargas entre barrenos, las voladuras se secuencian, siendo en el estéril de 42 milisegundos entre barrenos y de 150 milisegundos entre filas. En voladuras en mineral, la secuenciación es de 25 ms entre barrenos y de 150 ms entre filas.
El número de kilogramos de explosivo por tonelada de material volado es de 0,510 kg para el estéril y de 0,570 kg para la roca mineralizada. Así, el volumen medio de material movido en cada voladura es de 35.000 m3 cuando se trata de estéril y de 12.000 m3 cuando es de roca mineralizada.
El explosivo de los barrenos es iniciado a través de detonadores no eléctricos. Concretamente, se trata de detonadores Rionel MS, es decir, detonadores no eléctricos de retardo, y Rionel SCX, conectores no eléctricos de superficie. Los Rionel MS se caracterizan por ser seguros, fiables y de fácil manejo, además de ser la opción más segura ante corrientes erráticas. Su diseño permite resistir altos esfuerzos a tracción y elongaciones. Por su parte, los conectores Rionel SCX se caracterizan por la cantidad de secuencias de disparo que permiten en un mismo barreno o entre filas de barrenos. Se caracterizan también por su fiabilidad, resistencia, seguridad y facilidad de manejo.
Sin embargo, el aspecto más remarcado por los técnicos de Cobre Las Cruces es el servicio que ofrece Maxam, una filosofía que aplica a todos sus clientes allí donde se encuentra presente. Según el ingeniero Jorge Feito Huertas, jefe de operaciones de mina en CLC, “Maxam es un proveedor responsable y muy satisfactorio, lo que hace que la relación entre la propiedad, la empresa de perforación y voladura y el proveedor de explosivos sea muy dinámica, fácil y colaborativa”. Y es que el explosivo se encuentra almacenado a 30 km de la explotación minera, siendo el tiempo de suministro por parte de Maxam de apenas 45 minutos, llegando el explosivo a primera hora de la mañana a la explotación.
Cobre Las Cruces es otro ejemplo más de cómo Maxam ofrece a sus clientes calidad, servicio, mínimo tiempo de respuesta y variedad de producto, algo no tan fácil de encontrar en otros.
LA EXPLOTACIÓN MINERA DE COBRE LAS CRUCES
Cobre Las Cruces, el complejo minero hidrometalúrgico ubicado en los términos municipales de Gerena, Salteras y Guillena, en la provincia de Sevilla, es una de las principales referencias en el contexto de la minería internacional actual. Tanto por su papel relevante en el resurgir de la minería metálica en España como por sus innovaciones tecnológicas, la compañía, propiedad 100% de la multinacional canadiense First Quantum Minerals, uno de los líderes mundiales del sector, constituye un antes y un después en una de las actividades más antiguas de la humanidad.
Se trata de una de las mayores inversiones privadas (1.000 millones de euros a fecha de cierre 2016) realizada en los últimos 30 años en Andalucía y también la principal inversión de capital internacional en un único proyecto en la provincia de Sevilla. Pero no menos significativa es la incidencia local, tanto en términos de creación de empleo como por los efectos directos, indirectos e inducidos en la activación económica de una comarca de marcado carácter rural.
Cobre Las Cruces opera una mina a cielo abierto en una instalación que además de la corta minera cuenta con una planta hidrometalúrgica que constituye la principal innovación tecnológica del proyecto, siendo la primera instalación industrial de este tipo que opera en Europa.
El yacimiento se encuentra situado en el extremo oriental de la Faja Pirítica Ibérica, que atraviesa el sur de Portugal, prácticamente desde su costa occidental, y se extiende por las provincias españolas de Badajoz, Huelva y Sevilla. Tiene unos 17 millones de toneladas de mineral, del que se espera obtener aproximadamente un millón de toneladas de cátodos de cobre a lo largo de los 15 años de vida útil estimados. Una de las principales características de la mina es su elevada ley (porcentaje de cobre por tonelada de mineral) de entre 5-6%. La media en el sector de la minería de cobre a nivel internacional no supera el 1%.
Además, existe un recurso de gossan (oro, plata y plomo) cuya viabilidad económica se encuentra actualmente en estudio. Igualmente, en profundidad los sondeos han detectado zonas de cobre, zinc y plomo que, de confirmarse las posibilidades de aprovechamiento podrían suponer la ampliación de la vida útil por un periodo estimado entre 10 y 15 años más.
La operación minera se realiza a cielo abierto mediante una corta. El hueco final previsto para el proyecto actual tendrá 1.600 metros de longitud y 900 metros de diámetro. La mina avanza en dirección este mediante 6 fases de desmonte consecutivas, cada una de las cuales permite alimentar la planta de producción durante dos o tres años. Las fases están planificadas y coordinadas asegurando la alimentación continua de mineral a la planta.
LA PLANTA HIDROMETALÚRGICA
La planta hidrometalúrgica es el corazón y el elemento clave del complejo. Única en el continente europeo, es donde el mineral se convierte en láminas de cobre siguiendo un proceso que ofrece ventajas a nivel técnico, económico y medioambiental; de hecho es considerado por la industria minera internacional como la tecnología limpia de obtención de cobre. El resultado obtenido consiste en los denominados cátodos de cobre tipificado como grado “A” con una pureza del 99,999% por la Bolsa de Metales de Londres. Éste es el producto final de Cobre Las Cruces, listo para su comercialización y transformación en subproductos de cobre.
Desde que el mineral entra en la planta hasta que sale convertido en cátodos de cobre transcurre un periodo de 8 días que se compone de cinco fases: trituración, molienda, lixiviación atmosférica, extracción por disolventes y electrodeposición.
El mineral entra en un circuito de reducción de tamaño en tres etapas de trituración, hasta que con menos de 15 milímetros de grosor se almacena en un silo de 3.500 toneladas de capacidad. A partir de ahí comienza el proceso húmedo. El mineral pasa por una etapa de molienda mediante molino de bolas. Cuando es inferior a 150 micras pasa al espesador de molienda.
El cobre se disuelve mediante el proceso de lixiviación férrica atmosférica al mezclarse el mineral con oxígeno y ácido sulfúrico. Se dispone de 8 reactores de 350 m3 conectados en cascada. El proceso dura unas 8 horas y garantiza recuperaciones de cobre superiores al 90%.
Una vez clarificado y enfriado, la solución se almacena en un depósito de regulación desde donde entra a la extracción por disolventes, un proceso que elimina las impurezas disueltas.
El producto de la extracción por disolventes es un electrolito rico totalmente limpio que pasa a la electrodeposición. El electrolito es filtrado y se distribuye en celdas por las que se hace pasar una corriente continua. Tras unos 7 días de permanencia en las celdas se realiza la cosecha de láminas de cobre.
El rendimiento de la planta, diseñada para obtener 72.000 toneladas de cátodos al año, ha sido la pieza clave en la evolución desde que la compañía inició la producción en junio de 2009. En la primavera de 2012 el rendimiento de la instalación llegó al 100%, superando incluso las 6.000 toneladas mensuales.
CLC, UNA EXPLOTACIÓN MINERA INNOVADORA
Uno de los grandes objetivos de Cobre Las Cruces es liderar el renacer de una minería moderna y sostenible en Andalucía. La inversión continua en las mejores tecnologías y la apuesta por la innovación es, por tanto, la base del proyecto y el eje fundamental de su gestión económica. Hay muchos ejemplos de innovaciones aplicadas en el complejo, como se ha visto en el texto principal. Se recalcan aquí algunos hitos en aspectos tanto productivos como medioambientales.
La planta de Cobre Las Cruces es única en el mundo gracias a su sistema de tratamiento del cobre, basado en la vía hidrometalúrgica. Este tratamiento, frente a la alternativa tradicional pirometalúrgica, es decir, de fusión del mineral en fundición, elimina el transporte a fundiciones externas y las emisiones de SO2 a la atmósfera.
Una de las fases clave de este proceso se desarrolla en las torres de lixiviación, que han sido desarrolladas en exclusiva para Cobre Las Cruces por la empresa finlandesa Outokumpu, galardonada con el premio a la Mejor Innovación en Calidad gracias a este proyecto, que hace posible obtener un producto final de calidad inmejorable.
La integración del espacio minero en el entorno y su posterior restauración se ha contemplado desde diferentes puntos de vista.
La utilización de una minería de transferencia permite la restauración progresiva de la corta desde el noveno año y la revegetación de las escombreras desde el primer día. También se han favorecido los usos productivos del suelo una vez concluya la actividad minera, tanto a nivel agrícola, como forestal y social.
Cobre Las Cruces gestiona varios tipos de aguas y efluentes. Por una parte, están las aguas residuales urbanas depuradas, procedentes de la EDAR de San Jerónimo (Sevilla). En este caso, se emplea una tecnología de tratamiento que permite un gran ahorro hídrico y el reciclaje de este recurso para uso industrial. De otro lado, se encuentra la preservación, en calidad y cantidad, del acuífero Niebla-Posadas, existente sobre el yacimiento, garantizada mediante el Sistema de Drenaje y Reinyección (SDR).
Cuenta con una de las instalaciones más avanzadas del mundo en su género: una planta Permanente de Tratamiento de Aguas, que se basa en el empleo combinado de técnicas de depuración físico-químicas y de ósmosis inversa que permiten eliminar riesgos y garantizan la no inyección en el acuífero de aguas no aptas para consumo.
Una de las principales aportaciones es la gestión del residuo minero industrial y su mínima afección posible al entorno. Los sedimentos se secan y se depositan en una instalación de estériles dentro del complejo minero. Este sistema de almacenamiento encapsulado del residuo en seco ha sido uno de los puntos relevantes en la viabilidad ambiental del proyecto, en el que no existe ninguna balsa de lodos.
EL FUTURO DE COBRE LAS CRUCES
Cobre Las Cruces desarrolla en la actualidad su actividad de extracción a cielo abierto de mineral de un yacimiento de 15 millones de toneladas de Sulfuros Secundarios de cobre (calcosina) y posterior transformación en láminas (llamadas cátodos) de cobre con una pureza del 99,999%. La planificación de la operación minera establece que aproximadamente en 2020 se habrá completado la extracción de los recursos del yacimiento, lo que significaría la finalización de la actividad minera de la empresa.
Bajo el yacimiento de sulfuros secundarios actualmente en explotación, existen recursos minerales adicionales de aproximadamente 30 millones de toneladas de sulfuros primarios polimetálicos (PMS), que contienen cobre, cinc, plomo y plata, que permitiría dar continuidad al proyecto minero, al menos, en 10-12 años, presentando un nuevo horizonte próximo al 2032.
CLC ha ampliado pues sus previsiones de extender su periodo de vida productiva al poner en marcha el objeto del proyecto PMS y ampliar su contenido con el proyecto Poly Metallurgical Refinery (PMR), que hace referencia también a la capacidad tecnológica para producir varios metales, ya que al cobre, principal elemento que extrae, se pueden unir zinc, plomo o plata. Todo ello en una sola refinería integrada que trabaje tanto con material propio como con materias primas externas.
En este sentido, una planta piloto trabaja durante 2016 y 2017 en el análisis e investigación de datos de experimentación para obtener la información técnica y de proceso necesaria para poder diseñar la nueva refinería industrial polimetalúrgica. El estudio de viabilidad definitivo del Proyecto PMR se presentará a la casa matriz, FQM (First Quantum Minerals) para su análisis final en el ejercicio 2018.
CLC ha diseñado este ambicioso programa para el cual sería necesario construir una nueva planta de refino que complementaría la actual instalación de obtención de cátodos de cobre. El objetivo sería lograr que la nueva planta esté en marcha a mediados de 2020, de forma que pudiera enlazar con la finalización del yacimiento actual. En resumen, el Proyecto PMS presenta los siguientes beneficios:
• Prolonga la vida del Proyecto minero actual.
• Contribuye al desarrollo estratégico de la minería andaluza.
• Diversifica cartera de productos, incorporando a la línea de Cobre actual, las de Zinc, Plomo y Plata.
De llevarse a cabo el proyecto, la planta se construiría entre 2018 y 2020 para que pudiese entrar en servicio coincidiendo con el final de la actual operación minera en Cobre Las Cruces. El aprovechamiento de los recursos minerales adicionales en CLC significaría prolongar la actividad de la empresa un mínimo de 10-12 años. No obstante, dada la versatilidad de la planta, sería posible alargar sine-die su vida alimentada eventualmente con mineral o concentrados procedentes de otras minas, lo que abriría unas extraordinarias perspectivas para la Faja Pirítica Ibérica y consolidaría a Andalucía como punto de referencia internacional en el sector minero.
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